viernes, 24 de junio de 2016

7 Beneficios del sol



En Farmacia Checa sabemos que si tomamos las precauciones adecuadas podemos sacarle partido a las horas que pasamos tomando el sol, ya que nuestra piel, nuestro sistema inmune o incluso nuestro descanso se pueden beneficiar de los rayos del sol.

1. Fortalece nuestros dientes y huesos.

¿Sabes que cada vez que te bronceas, tus huesos se fortalecen?

Aunque los rayos del sol nunca lleguen a nuestros huesos, sus rayos UV ayudan a nuestro cuerpo a producir vitamina D. Esta vitamina es muy importante para la mineralización de nuestros huesos, favoreciendo la absorción en el intestino del fósforo y calcio, evitando que se pierdan en los riñones.

Aunque obtengamos la mayoría de las vitaminas y minerales de los alimentos, nuestro cuerpo es capaz de fabricar la vitamina D en nuestra piel, cuando ésta dispone de un precursor, el cual precisamente viene acompañado de la radiación UV del sol.

Con tan solo tomar 5 o 10 minutos de sol, 2 o 3 veces a la semana, podremos recargar los depósitos de vitamina D de nuestro cuerpo.

2. Mejora nuestra piel.

Si sufres problemas de acné, tomar el sol con moderación puede ayudarte. Basta con tomar el sol media hora al día para que el aspecto de nuestra piel mejore. La clave está en tomar el sol a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando no hay riesgo a sufrir quemaduras, y sin sobrepasar los 30 minutos.

Puede que las primeras veces que tomes el sol, la piel empeore, pero eso significa que el sol está provocando una reacción de limpieza. Tras una semana, la piel irá recuperando su equilibrio, sanándose progresivamente.

3. Mejora nuestra inmunidad.

¿Has notado que si, durante el verano, tomas mucho el sol, en invierno sufres menos gripes y catarros?

Se he demostrado que el sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos en nuestro cuerpo; células encargadas de protegernos y defendernos frente a infecciones.

4. Regula el colesterol.

Las grasas se disuelven al sol. Aunque suene extraño, así es. Aquellas personas que viven en climas soleados sufren menos enfermedades cardiovasculares.

Se a comprobado que los niveles de colesterol en el cuerpo son menores durante el verano ya que, cuando tomamos el sol, la luz UV metaboliza el colesterol y evita que se pegue a nuestras arterias.

Además, en verano nos movemos más y comemos más verduras y frutas de temporada.

5. Disminuye la presión sanguínea.

El sol causa una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales, aumentando la circulación de la sangre de nuestra piel, disminuyendo así los valores de presión arterial.

Además, aumenta la depuración de los tejidos y el metabolismo.

6. Nos protege de distintos tipos de cáncer.

¿Sabes que hay cánceres que aparecen con mayor frecuencia en países con menos horas de sol?

Los países mediterráneos tienen una menos incidencia de cáncer de mama, de vejiga, útero, estómago, linfomas, próstata o de colon, por ejemplo, frente a países nórdicos.

Esto se debe a la protección natural de la vitamina D frente a tumores.

7. Mejora la calidad del sueño.

¿Te has dado cuenta que duermes mejor después de tomar el sol?

En verano, los días son más largos por lo que nos resulta más fácil descansar, aunque hayamos dormido pocas horas.
Esto se debe al efecto de los rayos UV en la hormona de la melatonina, la cual se encarga de muchas funciones, entre ellas, regular los ciclos del sueño

viernes, 17 de junio de 2016

Cómo prevenir la insolación



Hoy en Farmacia Checa os hablamos sobre la insolación, una condición potencialmente mortal, la cual se produce cuando nuestro cuerpo no puede regular su temperatura interna, generalmente a causa de la sobreexposición al sol.

Estar al aire libre, al sol, durante largos periodos de tiempo cuando el clima es húmedo y cálido afecta a la capacidad que nuestro cuerpo tiene para enfriarse el solo a través del sudor. Cuando esto ocurre puede producirse un golpe de calor, haciendo que la temperatura de nuestro cuerpo aumente hasta 40 grados en muy poco tiempo.

Para prevenir las insolaciones debemos mantenernos bien hidratados y tener cuidado con el sol.

1. Debemos vestirnos apropiadamente durante los días húmedos y calurosos, asegurándonos de llevar ropa con colores claros, para que reflejen el sol, y usar sombrero o gafas de sol.

La ropa debe quedar suelta y debe ser transpirable, para evitar la insolación.

2. Las actividades al aire libre o el ejercicio deben realizarse temprano o a última hora, nunca durante el medio día, cuando el sol es más fuerte.

3. Cuando tomamos el sol, se deben hacer descansos frecuentemente a la sombra, para que nuestro cuerpo pueda enfriarse naturalmente.

4. Mantente hidratado bebiendo agua o bebidas deportivas. Evita las bebidas con alcohol o cafeína, las cuales son diuréticas y provocan que nuestro cuerpo pierda agua.

5. Reconoce las señales que tu cuerpo te envía. Si sientes mucha calor pero no sudas, te duele la cabeza y sientes mareos, náuseas, confusión o pulso rápido, puede que estés sufriendo un golpe de calor.

6. Reacciona ante éstos síntomas aplicando sobre tu cuerpo compresas frías o agua fría y acostándote en un lugar a la sombra y fresco para ayudar a tu cuerpo a volver a su temperatura normal.

viernes, 10 de junio de 2016

3 enfermedades transmitidas por la saliva



En Farmacia Checa sabemos que la saliva es uno de los fluidos corporales más contagiosos ya que no hace falta entrar en contacto directo con la baca para que la saliva pueda transmitir alguna infección.
Un simple estornudo, compartir un vaso, o la saliva que pueda salpicar durante una conversación es suficiente para que una persona pueda contagiar a otra de algunas afecciones como los resfriados o la gripe, o incluso mononucleosis o la meningitis.

Mononucleosis.

La mononucleosis es una de las enfermedades que pueden ser transmitidas por la saliva, también conocida como "la enfermedad del beso". Se trata de una afección que aparece por el virus Epstein-Barr, el cual se contagia por vía salival.

Entre sus síntomas más destacados están algunos signos típicos de la gripe, pero más agravados: fiebres altas, fatiga, fuertes dolores de cabeza e incluso pueden aparecer erupciones en la piel.

El contagio de la mononucleosis puede darse al entrar en contacto directo con la saliva (mediante besos), pero también puede darse por contacto indirecto, es decir, mediante un estornudo o la tos, la cual puede enviar este virus por la saliva y contagiarlo a otra persona que se encuentre cerca.

La forma de tratar la mononucleosis es aliviar sus síntomas, ya que hasta la fecha, no existe ningún medicamento que pueda combatirla. Los antiinflamatorios como el ibuprofeno o el paracetamol se recetan para combatir algunos signos como el malestar, el dolor de cabeza, la fiebre...

Para combatir esta enfermedad, lo más importante es mantener reposo absoluto.

Herpes labial.

Otra enfermedad que puede ser trasmitida por la saliva son los herpes labiales, los cuales una vez contagiados, el virus queda latente, pudiendo volver a aparecer en otra ocasión como en periodos de estrés, momentos de ansiedad, bajadas de defensas, etc.

Los herpes pueden contagiarse mediante los besos, pero también pueden hacerlo mediante la saliva si ésta es alcanzada por el virus, por ello es importante evitar besar a una persona que tenga un pequeño herpes ya que es bastante probable que termines siendo contagiado.

El herpes labial suele desaparecer entre 1 y 2 semanas, pero si quieres acelerar su curación puedes usar cremas antivirales, las cuales están especialmente pensadas para erradicar los herpes que aparecen en esta zona del cuerpo.

Hepatitis A.

La hepatitis A se trata de una enfermedad vírica altamente contagiosa y que afecta directamente al hígado, produciendo en él una inflamación e impidiendo que desempeñe su función natural de eliminación de desechos.

La forma más habitual de que este virus se propague es mediante el agua o alimentos que puedan contener esta infección, aunque también puede contagiarse por vía sexual, mediante la saliva o la sangre.

La hepatitis A es una de las más leves que existen, y con un tratamiento específico, el enfermo suele superar esta enfermedad sin demasiadas complicaciones.

Los síntomas que esta afección puede producir son muy similares a los de una gripe común, pero más intensa y duradera. También puede afectar al color de la orina, de la piel y los ojos, los cuales suelen mostrarse más amarillentos.

viernes, 3 de junio de 2016

Factores que influyen en el proceso de cicatrización



En Farmacia Checa sabemos que la velocidad y la calidad de la cicatrización de las heridas suelen depender de ciertos aspectos y pueden variar de unas a otras y también ser diferentes entre distintas personas.

Cortarse con un cuchillo, caerse o tener que someterse a cirugía puede dejar lesiones cuyo proceso de cicatrización puede durar desde unos días a incluso unas semanas. En este proceso pueden influir diversos aspectos que determinarán el tiempo y la efectividad de la cicatrización.

Como norma general, en el instante en que se produce una lesión, nuestro organismo pone en marcha un mecanismo destinado a restaurar los tejidos, en el cuál se distinguen tres fases:

- En primer lugar tenemos la fase inflamatoria, en la que se eliminan las bacterias y las suciedad para que nuestro cuerpo cicatrice adecuadamente, esto sucede de entre 2 y 5 días.
- A continuación comienza la fase proliferativa, una fase en el que se construye el tejido que hay que reemplazar, algo que suele durar unos 10 días.
- Por último, hay una fase denominada maduración y remodelado, una fase que llega a durar más de un año y es donde la fibra de colágeno que se ha usado para reparar la herida se va sustituyendo por otra mucho más resistente.

Como hemos dicho, la velocidad y calidad de cicatrización depende de aspectos como de la genética, el tipo de lesión, el lugar donde esté, etc. Pero también hay otros factores más variables de un individuo a otro como:

- La edad, que hasta los 25 o 30 años nuestro cuerpo cicatriza más rápida y eficazmente. A partir de entonces se reduce esta capacidad ya que el proceso de envejecimiento influye.

- El estado de nutrición e hidratación son también factores fundamentales para determinar si la cicatrización será más rápida o lenta, ya que el déficit de minerales o vitaminas puede reducir esta capacidad, y las heridas pueden tardar más en curar y curar peor.

- El hecho de sufrir alergias, enfermedades cardiovasculares, diabetes o infecciones pueden influir de manera negativa. El uso de ciertos fármacos también, por lo que si tenemos una herida que curar, debemos asegurarnos de que lo que tomamos  no le afecta.

- Por último, el consumo de tabaco y alcohol puede influir de manera negativa ya que provocan alteraciones en los vasos sanguíneos y limita la circulación de la sangre.