Para ello, podemos dar ciertas recomendaciones que harán más llevadera esta etapa:
- Por un lado está el tema de la planificación. Es muy importante ser previsor y saber cuanto vamos a necesitar estudiar para cada asignatura. Es muy útil marcarse horarios y sobre todo evitar pensar en posible frustraciones como el que no vamos a aprobar, o el que no vamos a ser capaces de cumplir con los objetivos de estudios. Los primeros días habrá que hacer un buen esfuerzo de voluntad y motivación, pero una vez superado eso el hábito de estudio será más fácil.
- Aunque sepamos que tenemos obligaciones, es muy importante dedicar un poco de tiempo para el ocio, ya que para poder concentrarse adecuadamente en el estudio nuestra mente se ha necesitado relajar, y una buena actividad de descanso en la que practiquemos algo que nos guste ayudará para aprovechar mejor luego el tiempo de estudio. Es esencial que en ese tiempo de ocio no se esté pensando en los estudios u obligaciones.
- A la hora de estudiar, es importante elegir un lugar tranquilo, cómodo y bien iluminado evitando estar cerca de ciertas tentaciones como los teléfonos, televisión o cualquier cosa que pueda distraernos.
- Los hábitos cotidianos deben ser lo más saludables y óptimos posible, así que es esencial dormir lo suficiente y llevar una dieta equilibrada. Abusar de las bebidas energéticas durante la época de exámenes no es una buena opción ya que provoca nerviosismo e insomnio, lo que repercute en nuestra capacidad de concentración
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